Argentina, un país insólito en muchos —tal vez demasiados— aspectos, posee una filmografía nacional tan heterodoxa e irreductible que todo empeño en condensarla en un Top 10 es una tarea sin dudas frustrante. Como el protagonista de Invasión de Hugo Santiago, que se entrega a una misión imposible bajo el impulso irrenunciable de la aventura, dejo este Top 10 a modo de testimonio de películas que me deleitaron y que me gustaría que sean disfrutadas por todas las personas. Elegir en el puesto Nº1 a Salida de la fábrica de cigarrillos “La sin bombo”, una película que se mantuvo oculta durante más de un siglo y que pudo ser rescadata hace muy poco tiempo gracias a la iniciativa del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, es sin dudas una declaración de principios. El final, con las trabajadoras bailando, me emociona mucho: como una carta amorosa que permaneció extraviada un centenio, las mujeres argentinas del siglo XIX se transportan a nuestros siglo XXI para regalarnos sus risas. Es una pena que hayan tenido que esperar tanto tiempo. Como en Zama, los argentinos y las argentinas somos víctimas de la espera.