Nuria Silva

Elegir sólo diez películas nacionales como las mejores de su historia es un reto en sí mismo. Elaborar un texto breve que justifique la elección resulta una mayor dificultad, pero todas las películas que conforman esta selección supusieron una gran sorpresa en el transcurso de mi formación, una suerte de descolonización de la mirada en pos de hallar lo familiar, eso que puedo llamar “propio” y que me incentivó a resignificar toda fórmula genérica y/o estética. Cada una de estas películas dejó huellas permanentes en mi memoria e identidad cinéfila.