1) Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más… (Leonardo Favio, 1966)
2) El dependiente (Leonardo Favio, 1969)
Las películas de Leonardo Favio son el reflejo de un espacio-tiempo sociocultural que nadie ha podido reflejar como él. Si a esto le sumamos el talento del genio sensible y profundo, nos da, tal vez, dos de las mejores películas de la historia del cine argentino:

3) La hora de los hornos (Fernando “Pino” Solanas y Octavio Getino, 1968)
4) Sur (Fernando “Pino” Solanas, 1988)
Solanas y Getino inauguran un momento del cine argentino que trasciende fronteras y emociones. Se lo instala al cine argentino en el mundo y se abre la pantalla del cine político militante en Argentina. Una movilización a hacer cine y tomar posición con él. En Sur, más allá de la postura política y ese grado de resistir y seguir proponiendo, no deshace la propuesta estética, esas puestas de escenas teatrales, transitando el surrealismo, los sueños y la poesía.

5) El último malón (Alcides Greca, 1917)
El último malón es el primer gran exponente a nivel mundial, de lo que se llamaría más adelante el cine etnográfico. Reconstruye cinematográficamente la última revuelta de los indios mocovíes, que tuvo lugar en el pueblo de San Javier (Santa Fe, Argentina). Realiza en 1927, cuatro antes que Nanuk, el esquimal, no corrió la misma suerte que esta, ya que careció de prensa internacional que posicionó a Nanuk como la primera en su género siendo El último malón, olvidada como de costumbre.
6) Hombre mirando al sudeste (Eliseo Subiela, 1986)
Distintos significados puede encontrar el espectador de Hombre mirando al sudeste. Desde buscar el propósito de mostrar una dura realidad de pacientes psiquiátricos y las instituciones que lo tratan, como resaltar y ahondar en la sociedad actual, sus instituciones y el peso que con que nos aplastan a nosotros como personas, y por último el tratar en un discurso narrativo como pocas veces, lo lógico y lo no lógico que puede envolver a situaciones observadas por la ciencia, a veces, sin aceptar lo que no entiende.
7) El maniquí (Miguel Ángel Rossi, 1983)
8) Mujeres de hierro (Miguel Ángel Rossi, 2007)
Sobre El maniquí y Mujeres de hierro no puedo ser muy objetivo ya que son películas mías, y desde allí es que las valoro como muy importantes dentro de mi oficio de director, por ser películas independientes (como casi todas las mías), por hacerlas en contextos muy, muy complicados desde lo emocional, lo económico, lo laboral. Cuando era joven viví en Ramallo, allí hice El maniquí, y fue la primera película de esa zona que trascendió fronteras. Después, ya viviendo en Bariloche, donde resido hace muchos años, hice Mujeres de hierro, y fue la primera película de ficción, y de autor, de esta zona, en estrenarse en Buenos Aires.
9) La Ballester Molina (Pablo Almirón, 2022)
La Ballester Molina es un poema correntino escrito audiovisualmente. Allí fui productor, y Pablo Almirón su director. Cuando vi el proyecto, me puse a disposición, entendiendo que iba a ser parte de una obra artística de suma importancia. Y así lo considero hoy con la película terminada.
10) El pañuelo de Clarita (Emilia Saleny, 1919)
Hablar de Emilia Saleny, que dirigió El pañuelo de Clarita en 1919, es hablar de la primera directora mujer argentina. Y como tal, su dirección fue maravillosa, superando obstáculos técnicos y algunos roles y rubros que no estuvieron a la altura necesaria, ella eleva todo con su maestría, talento y fortaleza.