Toda selección es lógicamente injusta: pienso en muchas obras y realizadores que deberían estar en estas historias del cine argentino (desde el cine clásico a la Generación del 90, pasando por el cine de Santa Fe, Córdoba o Tucumán) y no figuran casi en mi lista. Sin embargo, a grandes rasgos este corpus expresa el interés, la emoción y la admiración formal y política que me generaron ciertas películas como investigador, docente y realizador los últimos años.
Hay algunos lugares inevitables pero también quise expresar y reivindicar espacios del cine regional (Informes… ) y del documental (Juan, como si nada… y Adiós a la memoria), que no siempre integran nuestro canon y que son parte del otro lado de esta historia.
Pensar el cine argentino desde algunos parámetros eurocentristas o del siglo XIX (las “obras maestras”, la “calidad formal”) es sin duda anacrónico y está a contramano de cualquier perspectiva original y situada. El cine realizado en este lugar del mundo ha sido mucho más que un hecho estético y algo de eso quiere sugerir esta intervención.