Lucila Podestá

Cineasta, Docente, Guionista
Lucila Podestá. Buenos Aires, 1992. Diseñadora de Imagen y Sonido (UBA). Trabaja en cine, escribe para cine. Su primera película como directora se llama El nacimiento de una mano. Es docente de Realización Documental en la ENERC. Su taller de guion comunitario Escribir Cerca está becado por el FNA.

Armar este listado me hizo pensar en qué es lo “mejor” y qué es el “cine argentino”. Son preguntas que me llevo para que me sigan acompañando, no para intentar responder. Mis películas favoritas, ¿cuáles son? ¿O cuáles son hoy? Definitivamente me interesa la imperfección. La torpeza que demuestra una hechura sincera. También la sensación de lo vivo, lo que se está formando, las primeras películas, las búsquedas activas, hechas en un vínculo de amor, humor y rigor con el quehacer cinematográfico. Películas que se preguntan más de lo que se responden. Películas donde lo onírico, lo político y lo privado se tejen entre sí. Películas que conmueven. Películas valientes. Películas que hacen suyo como lo necesitan al lenguaje del sonido, la palabra, la imagen. Películas que recuerdo haberlas visto por primera vez porque cuando terminaron no habían terminado adentro mío. El hacer este ejercicio de revisión nos pone de nuevo frente a la necesidad imperiosa de una cinemateca nacional. Películas que son peines o películas enterradas. Películas quemadas y mujeres cineastas imposibles de volver a ver o escuchar. Todo eso es nuestro cine nacional, también. Algunas veces me pregunté si podía ser mi favorita una película que nunca vi. También quería inundar la lista, celebrar, que se apague la luz, que se escuche la incomodidad en la silla, que nos pasen cosas otra vez, que se prenda la luz, reflexionar en el cubículo del baño, conversar de eso, transformar eso, encontrarnos a partir de eso. Ojalá las películas convivan más en comunicación unas con otras que en escalas. Quise armar un conjunto más como una constelación que como un listado. No sé si lo logré, pero las cosas que hacemos nunca son diferentes a cómo las hacemos, escuché decir a Clarisa Navas hace poco.