Esta es una lista de películas que no me costó pensar, las escribí casi al hilo. Las vi en contextos disímiles y cada una me dejó pensando por varios días, una de ellas evidentemente me hizo reír lo suficiente para que brotara aquí. Una sensación en común al repensarlas: me motivaron (y motivan) para no dejar de lado el dulce amargo de continuar escribiendo historias que se volverán cine. Un pensamiento: el pasado cinematográfico arrasadoramente masculino y un presente más prometedor. Otro pensamiento: hacer cine cuesta mucho en términos materiales y emocionales, ojalá el Estado esté a la altura para que no perezca. Es parte de la cultura, es parte de abrirles diferentes ventanas a ustedes y es parte de nuestra historia.