La lista no tiene ningún orden de mérito ni es el resultado de una ponderación rigurosa. Es la lista que puedo hacer hoy, a esta hora, y seguramente mañana podría haber otra porque así es el capricho del favoritismo. No incluí films posteriores a 1990 porque me interesa traer al presente un pasado que se vuelve cada día más lejano y vaporoso. Martel o Caetano no necesitan que yo reitere lo mucho que me gustan sus películas. Pero a lo mejor un joven curioso de 2022 busca alguno de estos títulos, lo admira, lo descubre y lo promueve, con lo que tal vez se demore un poquito su desaparición de nuestro imaginario cultural.