Tras una elección relativamente rápida de las diez películas tuve la (quizá mala) idea de refrescarlas con un nuevo visionado. Casi ninguna mantuvo la fuerza inicial que me había impactado al verla la primera vez, por lo que dejé de reverlas y me confié al recuerdo de mis impresiones originales. Luego de cuestionarme “¿cómo ninguna de Torre Nilsson, de Christensen o de Demare?” o “¿realmente voy a poner ésta entre las diez?”, opté por priorizar la primera impresión cinéfila antes que una supuesta lista canónica. La única regla que me impuse fue no poner más de un mismo autor. De no ser así, Favio y Kohon figurarían con más de un film.