Habitualmente no consigo conformarme con los listados de cosas favoritas. Por este motivo, agrupar sólo a diez películas argentinas dentro de la categoría “mejores películas” me parece un acto arduo. En el mejor de los casos, las películas nos interpelan, nos cuestionan, nos inquietan y, por lo tanto, las mismas pueden variar a través del tiempo y los procesos personales más allá de los criterios estéticos o narrativos de selección. He pensado en más de treinta películas que incluiría en esta lista, elegir diez fue todo un desafío. Dicho esto, mi selección es actualmente caprichosa y sin orden alguno.