Alejandro Seba

Docente, Sonidista
Graduado de Diseño de Imagen y Sonido (FADU, UBA). Es docente universitario, investigador categorizado y doctorando en Diseño [FADU-UBA], diseñador y editor de bandas sonoras, musicalizador en cine y TV. Docente de Sonido en la UBA, ENERC, UNLP, UNPA y UNSO. Director y docente de la Carrera de Especialización “El documental audiovisual. Narrar y representar lo real” (Posgrado FADU). En la gestión, se desempeñó como Coordinador Académico de la Carrera Diseño de Imagen y Sonido entre 2019 y 2022 y actualmente Coordinador Docente en ENERC. Trabaja como profesional del sonido, desempeñándose en más 15 cortometrajes, más de 40 programas de TV y Cable, así como en un gran número de publicidades y más de 30 largometrajes, entre los que se destacan Silvia Prieto, de Martín Rejtman; Candabare, Pilcomayo y Un tal Ragone..., de Vanessa Ragone; Tan de repente, de Diego Lerman; Las vidas posibles, de Sandra Gugliotta; El asaltante, de Pablo Fendrik; Octubre Pilagá, de Valeria Mapelman; Los labios, de Iván Fund y Santiago Loza; El vals de los inútiles, de Edison Cájas y Raídos, de Diego Hernán Marcone.

Seleccionar entre tantas películas buenas que tiene nuestro cine es una tarea muy compleja. Seguramente, con los años, uno modificaría el orden, quitaría algunas y agregaría otras y, sobre todo, dependiendo del eje vinculante elegido al momento de la elección, la lista podría ser otra bastante diferente. En este caso, factor aglutinante fue “La mejores películas argentinas que por el uso de alguno de los elementos narrativos audiovisuales, pueda considerarse tensionante o innovador”. Así, puedo resaltar cuestiones distintivas en relación al uso del sonido, a notables formas dadas por el montaje, a un uso exquisito de la luz, a movimientos de cámara que logran situarnos junto a personajes que, debido a la dirección y las características de sus acciones y diálogos, resultan de un realismo más cotidiano y verificable en la vida diaria. Pero también es la ruptura de ese realismo lo que me ha motivado a nombrar ciertas películas. Cada una de estas obras podríamos volver a verla y salir del cine sintiendo que hemos asistido a un cambio, a un aporte al lenguaje cinematográfico.