Alejandra Portela

Historiadora
Licenciada en Artes (UBA). Docente. Decana de la Facultad de Artes de UMSA. Autora de los cuatro tomos de Un diccionario de films argentinos junto con Raúl Manrupe, más otras publicaciones. Directora del sitio de Arte y Cultura Leedor.com. Integra la Fundación Cineteca Vida. Desde 2021 forma parte del Consejo Directivo de ICOM Argentina.

Sin un orden de mayor o menor o viceversa, elijo aquí algunas películas que siempre fueron para mí grandes películas del cine argentino y otras que reubico por primera vez a la luz de nuevas miradas, perspectivas y revisiones. Entendiendo, claro, la arbitrariedad de este tipo de listados, le doy un lugar a Los tres berretines, una película de 1933 que, con su retrato de clases y de modos, marca un inicio para nuestro cine. También incorporo una película que merece un lugar significativo en virtud de las perspectivas sobre el género: Las furias de Vlasta Lah. Del cine contemporáneo Zama de Lucrecia Martel y Tierra de los padres de Nicolás Prividera. De los años 60, el formalismo de Torre Nilsson con La casa del ángel y la propuesta rupturista y política que incluso expande hacia toda Latinoamérica y hacia la década siguiente: La hora de los hornos. Como síntoma de esa repercusión pienso en Juan Moreira que, además de la síntesis histórica que representa, supo encantar al público. Como Camila, de María Luisa Bemberg, que representa un cine argentino libre, democrático y sin censura y que cuenta una historia que aún hoy conmueve. Esa resistencia al tiempo siempre es valorable.