Dejar una casa.
Filmar los árboles antes de partir, la luz que uno se lleva.
Ir, con la medida de esa luz, hacia un lugar desconocido.
Filmar la distancia entre una casa y otra casa, un camino de ensueños, un espacio abismado.
Filmar retazos de realidad en tensión con aquella luz.
Filmar esa espiral del tiempo, el tiempo.